¿Cómo saber si mi hijo es gay?

Ls padres pueden descubrir si un hijo es gay desde la niñez

Pintura infantil de un arcoíris

Savushkin / Getty Images

Los padres nunca están preparados para aceptar la noticia de que su hijo es gay o su hija es lesbiana. Es natural, no te juzgues, durante siglos ha perdurado el estigma sobre la homosexualidad, y los padres temen que su hijo/a vaya a sufrir más por la discriminación y la homofobia. Inmediatamente surgen preguntas como éstas ¿Mi hijo es gay? ¿No voy a tener nietos? ¿Se me va a morir de SIDA? ¿Qué van a decir nuestros amigos?

No estar preparados para aceptarlo, sin embargo, no quiere decir que no lo hayan sospechado con anterioridad. Por lo general los padres — especialmente las madres — intuyen la orientación sexual de su hijo/a desde pequeños y prefieren suprimir ese sentimiento para que no duela. Suelen atribuir los comportamientos a la niñez o la adolescencia, y se no quieren ver la realidad como es.

La orientación sexual comienza a desarrollarse en los primeros años de vida, y aunque muchas personas desconocen la suya propia hasta la adultez, es posible descubrir que un hijo es gay incluso antes de que éste lo reconozca. Nada es cien por ciento definitivo. Pero es de gran ayuda ir aceptando la orientación sexual de un hijo/a para que cuando crezca y salga del clóset, estés mejor preparado/a.

Conductas del género opuesto

Los niños por lo general desarrollan intereses y preferencias comunes de su género. Los varones tienen conductas específicas de varones, sus juegos son más bruscos, se identifican con héroes masculinos en las comiquitas y los videojuegos, y quisieran ser como papá. Las hembras, por su parte, tienen comportamientos convencionales de hembra: son más delicadas, juegan a las muñecas, se identifican con personajes femeninos y quieren ser algún día como mamá.

Estas normas varían según las regiones y las culturas. Pero en general hay normas universalmente aceptadas. Los niños gay o lesbianas con frecuencia demuestran intereses y preferencias que no encajan dentro de cánones tradicionales.

Los niños, por ejemplo, evitan los juegos bruscos, sueñan con las princesas, prefieren a la Mujer Maravilla en vez de a Superman y tienen una personalidad dócil. Son extremadamente sensibles. Es común que tengan inclinaciones y habilidades artísticas. Exhiben rasgos afemeninados. Prefieren a sus amiguitas del colegio. A veces hasta reconocen que quisieran ser niñas; en este caso, si el interés persiste a lo largo del tiempo, es posible que cuando crezcan se identifiquen como personas transgénero.

Los comportamientos de las niñas lesbianas también son atípicos a los de su género. Por ejemplo, les aburre jugar con muñecas y prefieren los juegos de varones. Son muy ágiles para los deportes más rudos. Quieren vestirse con blue jeans. Le hacen resistencia al maquillaje. Sus amigos favoritos son varones. Presentan rasgos masculinos. También es posible que quieran ser niños, en cuyo caso pudieran identificarse en la adultez como transgénero.

Más evidencia en la adolescencia

La pubertad no miente. Si bien en el pasado, un padre pudo atribuir los comportamientos atípicos de género de su hijo/a a la niñez, en la adolescencia le será más difícil porque florecen aún más los rasgos de feminidad en el varón y de masculinidad en la hembra, aunque esto no quiere decir que todos los niños afeminados son gay ni que todas las niñas robustas son lesbianas.

También es importante resaltar que no todos los niños gay son afeminados ni todas las niñas lesbianas tienen rasgos masculinos. Pueden tener los comportamientos típicos del género, pero incluso así hay indicios que ayudan a los padres a saber que su hijo es gay en la adolescencia.

Estudios de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) concluyen que los adolescentes gay, lesbianas y transgénero tienen más probabilidad de involucrarse en actividades riesgosas como el consumo de tabaco, alcohol y drogas, el sexo sin protección y el pensamiento suicida.

Es común que el/la adolescente no quiera ir a la escuela porque sus compañeros se burlan de él o ella. Y a veces aumentan repentinamente de peso. Las amistades de los adolescentes gay por lo general son personas del sexo opuesto, especialmente en el caso de los varones, o quizás no tengan amigos.